PECADOS

Anoche tuve un mal sueño; más que sueño pesadilla.

Salvadores descendieron para enjuiciar nuestras vidas.

Anoche purgué mis culpas y me perdoné a mí misma.

Triunfó contienda cruzada la inocencia de ser niña

Enamorada de la vida, del sol, del aire, de lo bello de la poesía, del amor, del arte, del día a día, del cielo ¿Dejarte? Sería imposible corazón no amarte

Entre fogones

"Quien anda ahí? Ah! eres tú. Que susto me diste. Ven, sientate aquí mientras preparo algo de cenar. Huy , los vecinos aún no han llegado de esa fiesta. Bien se lo estarán pasando los chismosos. Esta cebolla me está machacando los ojos. Mira, mira que lágrimas caen por mis mejillas. Vaya pintas me llevas, por Dios. En cuanto termines de cenar te pones el pijama y tiras todo ese atuendo espantoso a la basura. Y éste pelo tan, tan... ¿por que no saldría rojizo como el mio? vaya! te lo manché de cebolla aunque ni siquiera se notará el olor con tanto potingue como te echas. Toma, haz algo útil en tu vida, parte la panocha. Mira que estoy torpe, caerseme el paño al suelo con lo bajo que está."

El adolescente aprovecho el momento en en el que se agachaba para dar un corte certero, fuerte y contundente a la panocha, partiendo su corazón en dos:"¡Zas!"..."Chisssssssssss...".

No quería escuchar, ni tan siquiera oír. Increpaba y escupía palabras hirientes sin prejuicio alguno. Su cuerpo se convulsionaba una y otra vez al son de una música siniestra que rondaba en su cabeza cobrando vida propia. Todos se dieron cuenta y tras una señal de alarma, se abalanzaron sobre él como alimañas para evitar daño alguno, según ellos, arrebatandole ese ínfimo momento de libertad. De vuelta, mientras se iba acercando a su cúpula blanca, sus ojos se voltearon volviendo al mundo imaginario del que procedía.